domingo, 7 de septiembre de 2008

Prólogo del Lic. Carlos G. Battistessa.

El código alfanumérico presentado y la técnica de aprendizaje asociada (TEVEO), es el resultado del esfuerzo y la dedicación de Marcelo, biólogo de profesión, de 46 años de edad, quien desde hace aproximadamente ocho, lucha contra una enfermedad neurológica que afecta sus músculos y que va limitando en forma gradual y progresiva sus movimientos voluntarios, comprometiendo últimamente sus posibilidades de comunicación verbal.
Esta enfermedad neurológica, llamada “Síndrome de Motoneurona Inferior”, ha progresado desde una parálisis en los miembros inferiores hasta comprometer todo su cuerpo. Como consecuencia de ello, Marcelo se encuentra actualmente en cama con incapacidad total de movimiento voluntario, asistido por un respirador.
Desde hace aproximadamente dos años, veo a Marcelo en su domicilio como psicoterapeuta. Cuando comenzamos con nuestras reuniones, la enfermedad había afectado sus miembros inferiores y tronco. Sus miembros superiores funcionaban deficitariamente. No obstante, aún podía trasladarse en silla de ruedas, lo que le facilitaba el intercambio con el medio, permitiendo mantener activa su red social.
Cada limitación que aparecía en forma progresiva, activaba en nosotros recursos destinados a superarlas, en principio dirigidos a posibilitar el desplazamiento dentro y fuera de la casa. Luego, a reducir la incidencia de las limitaciones emergentes en las actividades de la vida diaria.
Poco a poco el avance de la enfermedad hizo que el proceso comunicativo se tornara, no solo un medio para generar condiciones psicológicas optimas para el afrontamiento de su padecimiento, sino un fin en si mismo, ya que en su evolución, la enfermedad limitaba sus posibilidades expresivas y la necesidad de comunicación se tornaba vital.
Fue así como, cuando comenzamos a percibir que los músculos faciales empezaban a dificultar la comunicación verbal, iniciamos juntos, la tarea de pensar alternativas de transmisión de información a través del movimiento de los ojos. Nació entonces la idea de que cada movimiento ocular podía traducirse como una señal que referencie una letra o número que permita una comunicación tan variada en cuanto a sus modos como la verbal.
Cada encuentro posterior, sirvió para ir ajustando la técnica que Marcelo iba elaborando entre sesiones.
Actualmente utilizamos esta forma de comunicación en nuestros encuentros. Esta técnica, de fácil incorporación, nos permite un intercambio de información, el cual se torna mas ágil y dinámico, conforme avanzamos con su práctica.
El siguiente trabajo, ha sido redactado y confeccionado íntegramente por Marcelo, quien utilizó esta técnica para la transmisión de gran parte del mismo, a través del dictado a un operador asistente.
No puedo dejar de mencionar, la increíble fuerza vital demostrada por él, su amplia capacidad de lucha y por sobre todo, el entusiasmo, humor y creatividad que ha manifestado, y aun lo sigue haciendo, en cada encuentro. Cada uno, dejándonos abiertas nuevas posibilidades, nuevas tareas y actividades para el siguiente. Particularidad que nos permite jugar con los posibles expandiendo sus límites, generando expectativas de realización y un estado de apertura a nuevos conocimientos y nuevas invenciones. En ningún momento trabajamos con la limitación sino con la posibilidad y la creación de este código así lo demuestra.
La calidad de la relación establecida con Marcelo, se relaciona con su calidad humana y con la capacidad de recursos manifestados por él.
Finalmente quedó conformado el código aquí presentado, el cual constituye a mi entender, un valioso aporte para la comunicación interpersonal en condiciones en donde es imposible apelar a otros recursos comunicativos.
Una vez más, la experiencia nos fuerza a comprender la necesidad de estar comunicados.
Poder comunicarnos es también poder establecer una comunidad con alguien, ser participes recíprocos de conocimiento. Para entender al otro y saber que puedo ser entendido y atendido en mis necesidades. Para poder ayudarnos y para seguir construyendo una existencia que como condición, requiere ser compartida.
Es nuestra intención que la técnica de comunicación presentada a continuación (TEVEO), por su carácter de inédita, sea difundida y utilizada allí donde sea necesaria su aplicación.

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